La embarcación giraba, con cada embate de las olas rebotando en el casco del pequeño barco camaronero el «Truco 7». El mar se elevaba varios metros en segundos con la embarcación a sus espaldas. La tormenta había dado un giro imprevisto, nutriéndose de las corrientes calientes del pacifico y ahora era un coloso enfurecido. Mayday mayday. Dante aferraba la radio, el mar entraba por las ventanas a bocanadas gigantes.
El día anterior Clara le pedía que no se hiciera a la mar, tenia un mal presentimiento y siempre acertaba cuando las cosas pintaban negro. Inquieta no dejaba de caminar en círculos, tanto, que parecía flotar.
La popa se había vencido ante las sacudidas y partido al contacto de un banco de arrecifes. La nave giraba sin control; en la garganta de aquel monstruo que estaba por tragarlo en el mas portentoso bramido de silencio. Mayday…alguien?
Esa misma lluvia golpeaba las mejillas de Clara. Sabia muy bien que su esposo estaba en gran peligro. No podía sacarlo de su mente, recordaba cada detalle cuando le conoció. Vestida de mar una noche caminando las farolas del centro del puerto. Tomados de las manos. Giraban bailando por las calles.
Dante sabia que tenia que abandonar su querido barco. Los instrumentos hacia rato que dejaron de funcionar. La tormenta lo había alejado demasiado mar adentro. Pensaba en Clara. Daría lo que fuera por estar frente a ella, aunque sea para decirle adiós. Como pudo logro salir segundos antes que su truco siete se hiciera añicos. Él flotando a la deriva.
Clara supo que algo andaba mal, muy mal, lo sentía en el corazón.
Y de pronto se sumergió en una visión de la tempestad encapsulada en unos cuantos centímetros, podía ver a Dante tratando de salir a flote, y sus lágrimas caían en la boca de su amante, deseaba que se anclara a sus pestañas, pero no la veía, aunque lo deseaba tanto. Él alzó su mirada y grito su nombre, entonces la pecera se rompió y ella cayo al suelo..
Espacio de josue 